La Educación y el Significado de la Vida.
Autor: Jiddu Krishnamurti.
No se si alguna vez nos hemos preguntado que significa la educación. Porque vamos a la escuela, porque aprendemos múltiples materias, por qué aprobamos exámenes y competimos unos con otros para lograr mejores calificaciones.
¿Qué sentido tiene toda esta llamada educación y que es lo que implica? Es verdaderamente una pregunta muy importante, no solo para los estudiantes sino también para los padres, para los maestros y para todos aquellos que aman esta tierra.
¿Por qué pasamos por el esfuerzo de recibir educación? ¿Es meramente con el fín de aprobar algunos exámenes y obtener un empleo? ¿O la educación tiene como función prepararnos, mientras somos jóvenes, para comprender el proceso total de la vida?
Es necesario tener un trabajo y ganarse la propia subsistencia ¿pero eso es todo? ¿Se nos educa solamente para eso? Por cierto que la vida no es tan solo un empleo, una ocupación; la vida es algo extraordinariamente amplio y profundo, es un gran misterio, un reino inmenso en el que funcionamos como seres humanos.
Si nos preparamos tan solo para ganarnos la subsistencia, perderemos todo el sentido de la vida; y comprender la vida es mucho más importante que prepararnos meramente para los exámenes y volvernos muy diestros en matemáticas, física o lo que fuere.
Por consiguiente, tanto si somos maestros como estudiantes, ¿no es fundamental que nos preguntemos porque educamos o se nos educa? ¿Y que significado tiene la vida? ¿No es la vida algo extraordinario? Los pájaros, la flores, los árboles vigorosos, los cielos, las estrellas, los ríos y los peces que contienen…todo esto es la vida.
La vida es el pobre y el rico; es la constante batalla entre grupos, razas y naciones; la vida es meditación; la vida es lo que llamamos religión y es también las sutiles, ocultas cosas de la mente- las envidias, las ambiciones, las pasiones, los temores, los logros y las ansiedades. Todo esto y mucho más es la vida.
Pero nosotros, generalmente nos preparamos para entender un pequeño rincón de ella.
Aprobamos algunos exámenes, encontramos un empleo, nos casamos, tenemos hijos, y después nos volvemos más y más como máquinas. Seguimos temerosos, ansiosos, asustados de la vida. ¿Es pues el propósito de la educación ayudarnos a emprender el proceso total de la vida, o solo consiste en prepararnos para una vocación, para el mejor empleo que podamos obtener? ¿Qué va a ocurrir con todos nosotros cuando crezcan para ser hombres y mujeres? ¿Alguna vez se han preguntado que van a hacer cuando crezcan?
Con toda probabilidad se casarán y, antes que sepan donde se encuentran, serán madres, padres y después estarán amarrados a un empleo o a la cocina, y allí se irán marchitando gradualmente. ¿Esto es todo lo que va a ser la vida de ustedes? ¿Se han formulado alguna vez esta pregunta? ¿No deberían formulársela?
Ciertamente, la educación no tiene sentido a menos que les ayude a comprender la vasta extensión de la vida con todas sus sutilezas, con sus dolores y sus alegrías, con su extraordinaria belleza. Podrán lograr títulos académicos, podrán tener una serie de siglas después del apellido y obtener un puesto muy bueno, pero ¿después qué? ¿Cuál es el sentido de todo esto si en el proceso la mente se embota, se fatiga, se vuelve estupida? Por lo tanto, mientras son jóvenes ¿no tendrían que aspirar a descubrir que es la vida en su totalidad?
¿Y acaso no es el verdadero propósito de la educación cultivar en ustedes la inteligencia que tratará de hallar la respuesta a todos estos problemas?
Link a la Biografía de J. Krishnamurti.
El Propósito de la Educación - pag. 9
miércoles, 20 de junio de 2007
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