sábado, 16 de junio de 2007

Carta de un alumno a su profesor...

Enséñame cómo aprender y no qué aprender; enséñame a pensar y no tan sólo qué debo pensar. Así desarrollaré mi inteligencia y no simplemente mi memoria.

No me regañes delante de mis compañeros. Me haces sentir humillado y temeroso de ser rechazado por ellos. Aceptaré mejor tus correcciones, si me las haces calmadamente y en privado.

Señálame mis cualidades y reconoce mis habilidades. La confianza que así desarrollo en mis capacidades me anima a esforzarme y me hace sentir valioso y adecuado.

No me insultes con palabras, ni con gestos despectivos. Me haces sentir menospreciado y sin ánimo para corregir mis faltas o debilidades. Ten en cuenta mi esfuerzo y mi progreso, no sólo el resultado final. A veces con poco esfuerzo logro mucho..., pero es más meritorio cuando pongo todo mi empeño, así logre poco.

No me examines procurando rajarme, ni te ufanes de haberlo logrado. Mis notas deben reflejar mi desempeño y no lo harán si las utilizas para desquitarte. Anota lo que hago bien y no sólo lo que está mal. Cuando subrayas mis éxitos y no mis fracasos, me siento motivado a seguir mejorando. Cuando me corrijas o me disciplines, hazlo sin maltratarme física o emocionalmente. Si atacas mi persona o mi personalidad, deterioras mi autoestima y no mejoras mi disciplina. Confía en mí y demuéstrame tu confianza.

Cuando me repites la misma cosa una y otra vez, me doy cuenta de tu desconfianza y esto me precipita a fracasar. Trátame con cariño, cortesía y respeto. En esta forma te admiraré y, por lo tanto, desarrollaré un profundo respeto por ti.

No me amenaces, pero si lo haces, cúmplelo. Si no cumples lo prometido, aprenderé que, haga lo que haga, siempre puedo salir eximido. No me ruegues ni me implores que me porte bien. Te obedeceré cuando me lo exijas con firmeza y sin hostilidad.

Procura hacer clases amenas e interesantes, en las que yo pueda participar. Me aburro cuando todo es rutina, sólo tú hablas y yo nada puedo aportar. Cuando te haga preguntas, no me digas "eso ya lo expliqué". A veces tus explicaciones no son claras o suficientes para mí: si pregunto es porque quiero entender y aprender.

No tengas preferencias. Cuando alabas a unos e ignoras a otros, deterioras nuestras relaciones y haces de mis compañeros mis enemigos. Cuando me criticas para corregirme, me defiendo y no acepto mis defectos. Sólo si acepto mis fallas, podré tratar de corregirlas. Ten en cuenta que aprendo más de quien aprecio que de quien me desprecia.

No aceptes mis excusas ni mis ruegos por el incumplimiento en mis tareas. Cuando debo asumir las consecuencias de mis faltas, aprendo a responsabilizarme por mis deberes.

Escucha lo que te digo con atención e interés. Si me ignoras o me callas cuando trato de expresarme, entiendo que mis ideas son tontas y que, por lo tanto, mi inteligencia es corta.

No me compares con mis compañeros, ni con mis hermanos en años anteriores. Recuerda que no soy ni puedo ser igual a nadie y que, aunque no tengo las mismas, también poseo grandes cualidades. Trata de conocerme y de apreciarme como persona. Conociendo mis habilidades particulares podrás ofrecerme oportunidades para triunfar. Al sentirme capaz e importante para ti, crecerá el concepto que me forme sobre mí.

Ayúdame a desarrollar mis cualidades y no simplemente mis capacidades.

Ten en cuenta que... antes que un buen estudiante, debo ser un buen ser humano.


6 comentarios:

Maryluz dijo...

Sí señor! esa es la pura verdad. Me ha gustado mucho el texto.

sonieta dijo...

Buena reflexión pero queda un tanto coja a mi modo de ver.
Animo y admiro a los profes que son como se indica la mayor parte de su tiempo docente...pero entiendo que dependemos de muchas cosillas.
Cuando eres padre entiendes a los tuyos. Cuando eres profe pasa igual

Planeta Padel dijo...

Sí Sonia, es cierto. Una cosa es tener perspectiva de padre y otra de "profe". Pero hay que reconocer que si cualquiera de los que trabajamos en formación, somos capaces de cumplir todos los conceptos que refleja el texto, vaya nivel que tendrían los chicos en todos los aspectos.

A mi este tipo de textos me sirven para recordar y no olvidarme de los puntos claves... que en ocasiones casi tod@s por algún motivo no somos capaces de ponernos en el lugar del alumno.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Al reflexionar sobre el texto, aca en Colombia hay bastante falla al respecto, por parte de algunos PROFESORES, que no tienen en cuenta que están subestimando a los alumnos, con críticas de tanta dureza , que ellos se sienten tan bajos de estima, que prefieren no seguir estudiando, volversen rebeldes y no pensar en su futuro.

Anónimo dijo...

Es cierto que en Colombia no hay muchos colegios con una enseñanza de este tipo, pero puedo decir que tuve la suerte o fortuna de ser estudiante de esta técnica, ya que estudie en un colegio que moldeaba la relación con los profesoes, nunca debía llamarlos, señores, prefesor o con cualquier otro apelativo que hiciera sentir que él era más que yo. Siempre hable con mis profesores de tu a tu, y cuando entre a la Universidad me era dificil serllamada señorita Villaneda y no Luisis o Lusia como todo el mundo me decia. Es verdad que los excesos nunca son buenos, yo siemrpe trabaje bajo mis parametros, eso hizo que acádemicamente fuera perezosa, pero esto mepaso a mi no al resto de mis compañeros, pero me ayudo a saber que una mala nota no reflejaba lo que sabía, en las Universidades te piden que aprendas teorías de memoria y la verdad este no es mi fuerte, pero si so0y capaz de dar todas las explicaciones de cualquier tema en la U con ejemplos porque soy buena con ellos.
Creo que si tu hijos estudian en un colegio de manera tradicional, en casa se le debe enseñar que no es tan impresindible una buena nota sino un buen conocimiento adquirido y si estas en un colegio "moderno" debes enseñarlo que la constancia te ayuda a ser una mejor persona para así lograr de manera más efectiva tus resultados.

Es lo que pienso y Rafa este blogg es un éxito total, no sabes lo que me ayudado :)

Luisis, Luisi Luisita, Lulu o como quieran decirme jajaja

Planeta Padel dijo...

Me alegra Luisa. Yo estoy aprendiendo tanto como vosotros con el contenido de este blog.
Es complejo llevar al pie de la letra la metodología de enseñanza que deja entrever el texto de la "Carta de un alumno a su profesor", así como la esencia de las enseñanzas de un maestro como J. Krishnamurti, autor con más de 70 libros sobre diferentes aspectos de la via, y todos los cuales son verdaderamente recomendables.
Lee lo que puedas, si es que no lo conoces todavía... claro.

Estaremos en contacto!.
Un saludo desde España
...y gracias por tus análisis y comentarios.