jueves, 19 de julio de 2007

TALENTO & ORDEN - Ángel Cappa

"En medio de enmarañadas opiniones científicas que pretenden encontrarle al fútbol la verdad demostrada, apareció la voz prudente pero firme de Arsenio Iglesias para decir en dos palabras el contenido entero del sentido común: “El fútbol es orden y talento”, dijo “no hay más misterios ni cosas raras”.

He conocido decenas de jugadores que una vez puestos a entrenar se ven en la obligación de descubrir cosas importantes y abandonar los criterios que sostuvieron hasta ese momento. Ya no juegan bien los buenos jugadores, sino aquellos que cumplen tácticamente. Los gambeteadores pasan a entorpecer el funcionamiento del equipo, el toque deja de ser fundamento para darle lugar al pressing, el trabajo ocupa el lugar de la imaginación, y los fuertes y rápidos son, por supuesto, más útiles que los intuitivos y creadores.

Invierten los términos porque inconscientemente empiezan a creerse más importantes que los jugadores. Le dan preferencia a cosas que ellos pueden manejar y relegan aquellas que escapan a su control.

El mejor maestro, me dijo un día un profesor en la universidad, es aquél que termina pasando desapercibido.

Precisamente es lo que no quieren. Turbados por el mercado temen desaparecer del escaparate que significa la prensa, porque tienen miedo –justificado por otra parte- de caer en el olvido. Vivimos en una sociedad donde todo aquello que no aparece en la prensa es como si no existiera. Entonces terminan creyéndose que deciden los partidos al disponer tácticamente a sus jugadores y darles las “órdenes pertinentes”. Si sale mal, “los muchachos no cumplieron con lo hablado” y si sale bien “todo salió según lo planificado”.

Casi siempre sin querer, participan de una gran mentira y de paso contribuyen a anular el talento.

Porque el fútbol es orden y talento, como sintetizó Arsenio, pero el orden como punto de partida y el talento para resolver. Nunca al revés. Siempre los que deciden son los jugadores, aún en aquellos equipos excesivamente disciplinados. El orden y la disciplina táctica sirven en todo caso para empatar si las cosas salen bien, pero se necesita el talento de algún jugador para desequilibrar y ganar, si es que no sólo confiamos en la suerte de algún pelotazo afortunado.

Nadie es más de lo que parece, decía Sartre refiriéndose a la esencia del hombre. No sé si filosóficamente tenía razón, pero futbolísticamente sí. En fútbol las cosas son como parecen. Juegan bien los que nos gustan, nunca los que solapadamente cumplieron tácticamente aunque no los haya visto el público.

Masachio, de vuelta a Italia, era el eje de un racing campeón, pero en un partido, según me cuentan, uno de esos jugadores tácticos e importantes que “no se ven”, le arrebató la pelota y el mando. Racing hizo un primer tiempo horrible y Maschio le dijo a ese jugador en el descanso: “Escúchame fulano ¿sabés por qué sos importante en este equipo?, porque no te ven. Seguí así y dame la pelota a mí”.

Así fue y Racing pudo dar vuelta al partido en el segundo tiempo. Nunca el orden, la táctica, las instrucciones del entrenador, podrán ser más importantes que el buen jugador. El orden de los términos, permítanme este horrible lugar común, aquí sí que cambia totalmente el producto...

Ángel Cappa "La Intimidad del Fútbol, Grandezas y Miserias, Juego y Entorno"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cappa FC - www.cappafc.blogspot.com